El Frente Amplio ante la elección de cargos en la Contraloría General de la República

Extractos de la intervención del Diputado José María Villalta Flórez-Estrada en la sesión del plenario legislativo, del día lunes 14 de mayo de 2012

DIPUTADO JOSÉ MARÍA VILLALTA FLÓREZ-ESTRADA:

Finalmente, empezamos a discutir en este Plenario legislativo el tema del nombramiento del nuevo o nueva jerarca de la Contraloría General de la República, un tema indispensable en el debate y el control político que debe haber este Plenario legislativo. Se ha discutido mucho por la prensa o a nivel de la Comisión de Nombramientos, pero poco realmente en el Plenario, que es, a final de cuentas, el que va a tomar la decisión.

SE NECESITA UN CAMBIO DE RUMBO

En la fracción del Frente Amplio estamos convencidos de que se necesita un cambio de rumbo en la Contraloría General de la República, no porque esta institución no tenga funcionarios competentes, porque nos consta que una gran mayoría de funcionarios son personas capaces, con una excelente formación académica, es probablemente una de las instituciones que tiene un personal más calificado y más profesional, pero, a pesar de ello, creemos que hace falta un cambio en la Contraloría porque la verdad es que en los últimos años es una institución que ha perdido el norte para el que fue creada, que ha perdido peso en la vida nacional, que no ha tenido la capacidad, su jerarquía, su dirección superior no ha tenido la capacidad de intervenir con la firmeza y la oportunidad necesaria para cumplir con su función de velar por el buen uso de los fondos públicos, por proteger la Hacienda Pública y por frenar tantos casos de corrupción, de despilfarro, del mal manejo de los recursos públicos que se han dado en los últimos años.

La Contraloría, en los últimos años, lamentablemente, ha sido una institución con poca independencia del Poder Ejecutivo, ha sido una institución que llega tarde cuando llega, que sí es muy proactiva vigilando pequeños casos, casos que se dan a nivel de las municipalidades o en instituciones sociales. La vemos muy activa promoviendo desalojos de gente que vive en las zonas costeras, le cae la Contraloría a los “peces pequeños”, de vez en cuando a algún “pez mediano” por ahí, pero no vemos una Contraloría activa para atacar a los “peces gordos”. Los grandes casos de corrupción se le van a la Contraloría como en un gran colador. Cuando actúa ya el daño está hecho, en los casos en que han querido actuar.

Y esto tiene que ver con la dirección que ha tenido esta institución, una dirección temerosa, una dirección que no ha querido comprarse pleitos con el poder político y que, en algunos casos, más bien parece dirigida; manejada, como con hilos, desde Zapote.

UNA GESTIÓN COMPLACIENTE Y PERMISIVA

Somos muy críticos de la gestión de la Contralora saliente, porque ha sido una gestión permisiva, una gestión complaciente con los grandes casos de corrupción como las concesiones de obra pública y que, en algunos casos, ha tenido un fuerte sesgo ideológico, como viene de ahí la señora Contralora, como está a favor, ella cree que son necesarias las concesiones, entonces, no fiscaliza adecuadamente y deja pasar cosas que no podrían dejarse pasar, no es que se le van pequeños detalles, es que en casos como la concesión de los muelles de Limón, la concesión de la carretera Caldera han dejado pasar aspectos gravísimos de mal manejo de los fondos públicos, contratos leoninos, abusivos, que perjudican el interés público, porque hay un interés político de Zapote o de Rohrmoser, no sabemos bien a quién ha respondido más la Contraloría, pero lo cierto del caso es que urge un cambio en la gestión de esta institución.

NECESITAMOS UNA CONTRALORIA INDEPENDIENTE Y VALIENTE

Urge un cambio en la Contraloría, necesitamos una jerarquía de la Contraloría que sea valiente, que sea como un perro de traba contra la corrupción, que sea independiente, que no tenga miedo de enfrentarse a los intereses políticos de las camarillas mafiosas que han venido saqueando a este país, que no tengan miedo de enfrentarse, por ejemplo, a los intereses y los negocios de los hermanos Arias y sus amigotes, u otros grupos con mucho poder y mucha influencia. Necesitamos una Contraloría independiente y valiente, que le entre parejo a todos los casos, porque son muchas las contradicciones.

Vean ustedes qué interesante, la actual Contraloría recomendó cerrar el IDA, como el perro tenía sarna, la gran idea fue matar al perro. Como en el IDA se han dado chorizos y asignación de tierras a quien no merece y a funcionarios corruptos y un montón de barbaridades, la solución es que el IDA no estaba cumpliendo con su función y mejor cerrar la institución, en vez de corregirla, reencausarla, esa fue la gran propuesta, claro, es que ideológicamente la actual jerarca de la Contraloría ya terminó su período, ella no cree en que una institución como el IDA tenga relevancia actualmente, ella seguro considera que ya no hay campesinos sin tierra y sectores rurales abandonados que requieren apoyo, bueno, esa es su ideología, pero ahí tuvo valor la Contraloría, dijo algo radical: cerremos el IDA; pero si uno aplica ese razonamiento la conclusión tuvo que haber sido que hay que cerrar el Consejo Nacional de Concesiones, había que recomendar el cierre de ese elefante blanco que se inventaron aquí para justificar que el Estado no puede hacer ninguna obra y que todo hay que entregarlo el doble de caro a un grupo de empresarios privados, una entidad que no ha servido para nada más que para dejar pasar los chorizos, que ni fiscaliza ni ejecuta y que está inflada de asesores y consultores, pero no, ahí no, ahí no, recomienda la señora Contralora cerrar el Consejo Nacional de Concesiones, ahí no, ni la Aresep que, igualmente, tiene fuertes cuestionamientos; ahí, más bien, la Contraloría dejó pasar ese contrato leonino de la carretera Caldera, que le hemos demostrado que es un contrato abusivo, que está con cláusulas que inflan artificialmente el costo del contrato haciéndolo oneroso y excesivamente caro para el pueblo de Costa Rica, ahí es “dejar hacer, dejar pasar”.

NO LE ENTRAN A LOS CHORIZOTES DE LAS CONCESIONES

La Contraloría ha sido muy valiente para socar a algunos gobiernos locales, a algunas municipalidades y le caen al alcalde por choricillos que, obviamente, esos choricillos no los apoyamos, y qué dicha que alguien los fiscaliza, pero le caen el alcalde por choricillos y no le entran a los chorizotes de las concesiones, vean ustedes qué interesante.

Tuvo valor la Contraloría para decirle al Estado que hay que desalojar a la gente que está en la zona marítimo terrestre, a la gente que está en la zona fronteriza, a la gente que está en tierras de reservas nacionales, donde sí es cierto ha habido abusos, ha habido casos de corrupción, hay tagarotes ahí metidos, pero también hay gente de la más pobre y la más humilde que tiene un interés real, un interés legítimo, que tiene mucho tiempo de estar ahí.

AVALARON ADEFESIO DE CONTRATO PARA MUELLES DE LIMON

Uno de los últimos legados que nos dejó doña Rocío Aguilar fue avalar ese adefesio de contrato de la concesión de los muelles de Limón, un contrato ilegal, un contrato que crea un monopolio privado, un contrato que destruye a Japdeva, un contrato que daña el ambiente.

Vean ustedes qué contradicción: Sesenta hectáreas, sesenta hectáreas de terreno en el mar, sesenta hectáreas del mar patrimonial del pueblo de Costa Rica, un bien público, un bien que está en la Constitución, y autoriza entregar a una empresa privada para que las rellenen, las destruyan, construyan ahí un muelle que también tiene que pasar talando el bosque por donde nacen los canales de Tortuguero, un desastre que van a hacer rellenando sesenta hectáreas en el mar, y ahí no interesa la zona marítimo terrestre.

La Contraloría manda a desalojar la chocilla de un pescador que tiene ahí su botecito, su lanchita, en la zona pública, pero autoriza que regalen sesenta hectáreas de mar para rellenarlas ilegalmente.

Y nosotros hemos preguntado, le hemos preguntado a doña Rocío, lo hemos preguntado aquí, les preguntamos, por favor, a las señoras y señores diputados que están tan contentos con el desempeño de la Contraloría y con la privatización de los muelles de Limón, por favor, dígannos, dígannos cuál es la ley de este país que autoriza rellenar el mar para construir un muelle privado. ¡No existe un marco legal, a pesar de que es un bien patrimonial, un bien público, que ustedes saben que tiene que haber una legislación, no hay!

Si ustedes leen la Ley de concesión de obra pública, que es el marco que están usando, esa Ley lo que autoriza a dar en concesión es la obra, la infraestructura para la prestación del servicio, no los recursos naturales.

Si ustedes leen la Ley, en ninguna parte de esa Ley se menciona siquiera el mar, ni siquiera se menciona la palabra, ni siquiera se habla. Por supuesto, para dar en concesión un proyecto tan dañino para el mar territorial de Costa Rica, tiene que haber una legislación que desarrolle los términos de ese contrato, de esa concesión, no existe.

La Ley de concesión de obra pública ni siquiera menciona este recurso natural, pero la Contraloría se brinca eso. ¿Cómo se lo brinca? Inexplicable, es inexplicable que la institución que tiene que defender el patrimonio natural y que manda a desalojar a don Pedro y a doña Juana, que tienen una lanchita y una choza de madera en una isla o en la zona costera, no le extrañe que ese contrato, que es un contrato totalmente ilegal porque regala sesenta hectáreas en el mar, en una zona altamente vulnerable, que fue creada con fines de protección, y no hay una ley, no hay un marco legal que autorice, no hay una sola ley que diga, ni siquiera que diga autorícese al Estado a construir un muelle privado en el mar.

No existe esa legislación y la Contraloría lo aprueba, lo aprueba porque ellos creen en el negocio, creen en la privatización, y porque jamás doña Rocío le va a decir que no al interés de los hermanos Arias, ¡jamás!

¡Así ha sido la Contraloría!

PEDIMOS ELEGIR A ALGUIEN IMPLACABLE CON LA CORRUPCION

Entonces, es indudable, es indudable que hace falta un cambio en la Contraloría. Necesitamos que… Yo no pido que pongan a alguien afín al Frente Amplio, por favor, no es eso, pedimos nada más ⎯vean ustedes que no es mucho pedir⎯ pedimos que pongan a alguien independiente, que no sea títere, que no sea títere de los que tienen el poder aquí; que sea implacable con la corrupción.

Analicemos lo que está sobre la mesa, analicemos lo que está en el tapete, vean ustedes qué contradicción: En este diagnóstico de por qué hace falta un cambio en la Contraloría coinciden muchos compañeros y compañeras diputadas, coinciden ⎯salvo don Luis Fishman. La fracción del PAC coincide en el diagnóstico, hace falta un cambio en la Contraloría, no estamos satisfechos con lo que ha pasado.

En la fracción de la Unidad, el diputado Céspedes ha sido crítico también; en el Movimiento Libertario no los he visto muy contentos con el desempeño de la Contraloría; en general, hay un grupo importante de fracciones que coinciden en que es necesario ese cambio en la Contraloría.

DOÑA MARTA ACOSTA ES BUENA GENTE PERO NO HA DISCREPADO

Pero, pero vean ustedes qué paradoja, vean ustedes qué extraño: Acto, acto seguido manifiestan que van a apoyar para la Contraloría a doña Marta Acosta. Y hay que decirlo es muy buena gente, yo no tengo un cuestionamiento personal contra ella, es una profesional competente, muy buena persona, pero qué es lo que pasa, doña Marta tiene ocho años de estar ahí en la Contraloría, no ha estado en uno de esos puestos en donde no hay ninguna posibilidad de enterarse de las grandes decisiones, ha estado de Subcontralora, la segunda a bordo.

Ha estado de Subcontralora, y en esos ocho años no le hemos oído disentir, en ninguna ocasión, de la línea que ha seguido la Contraloría, no la hemos oído discrepar. Bueno, podría ser alguien con mucha independencia, incluso enfrentarse a la Contralora; pero, bueno, hay momentos de decisiones tan trascendentales, como las que se han aprobado con el visto bueno de la Contraloría, los grandes contratos de privatización, esas concesiones leoninas para el Estado, que un funcionario sí podría ser objeción de conciencia, sí podría salir y decir: yo no estoy de acuerdo con esto, o bien, si es insalvable la discrepancia renunciar al cargo, pero no lo hemos visto.

Entonces, con todo el aprecio personal, lo bien que me cae doña Marta, surgen interrogantes, nos preguntamos como nunca he discrepado. Una de dos, o es que ha estado de acuerdo con todo lo que ha pasado, con cómo se ha llevado la Contraloría en todos estos años, ha estado totalmente de acuerdo, han sido yunta, yo sé que eso es lo que piensa la fracción de Liberación Nacional, por eso la está apoyando decididamente, bueno, ha sido yunta con doña Rocío Aguilar y ha estado de acuerdo en todo, entonces, perdón, no hay cambio en la Contraloría, es más de lo mismo.

También existe la hipótesis de que doña Marta sí discrepó, pero decidió quedarse callada para evitarse problemas, para no comprarse pleitos con la Jefa, bueno, esa hipótesis por ahí se la he oído a algunos diputados que les vamos a regalar la cajita blanca de La Machaca en estos días; pero, miren, existe esa hipótesis, entonces, asumamos, estamos llegando a un tema crucial. Esas son las opciones, o doña Marta ha estado de acuerdo en todo con doña Rocío, o bien, ha discrepado, pero decidió agachar la cabeza para no comprarse pleitos y así poder seguir ascendiendo en la institución.

Entonces, supongamos por un momento que es la segunda hipótesis, ella sí tuvo discrepancia, sí cree que hay que hacer un cambio, porque aquí yo he oído hablar de que hace falta un cambio en la Contraloría, no es más de lo mismo, no queremos más de lo mismo en la Contraloría, o sí queremos, señoras y señores, más de lo mismo en la Contraloría, que siga todo igual, que nada cambie porque ha estado excelente esa institución, la corrupción en Costa Rica esta frenada, la Hacienda Pública se protege, el patrimonio del pueblo de Costa Rica no se lo están robando y todo está bien, aquí las concesiones son una maravilla, caminan viento en popa, las instituciones están cada día mejor, más eficientes. Es ese el diagnóstico, porque si ese es el diagnóstico, entonces, claro, seguimos aquí, que siga todo igual, pero lo que yo he oído es que ese no es el diagnóstico, he oído críticas firmes al desempeño de la Contraloría, no en uno, no en dos casos —y repito— no es un asunto del personal que tiene esta institución porque ciertamente en la Contraloría —repito— hay gente muy capaz, muy profesional, buenos funcionarios a los que uno muchas veces ve frustrados, cuando uno les pregunta ¿por qué no actuaron antes?, ¿por qué no intervinieron?, ¿por qué no fueron proactivos?, ¿por qué llegan tarde con esos informes cuando ya está el chorizo consumado, cuando ya está el daño patrimonial para el Estado, cuando ya la institución la saquearon y la debilitaron? Uno les pregunta y los ve con el rostro compungido a los funcionarios de la Contraloría, uno los ve como amarrados, como restringidos.

Con una mayoría de diputados y diputadas coincidimos en el diagnóstico de que hace falta un cambio en la Contraloría.

Señoras y señores diputadas, estoy haciendo un gran esfuerzo por mantener el hilo de discurso, a pesar de la batería que tengo aquí atrás, que sistemáticamente intenta interrumpir y desviarme de ese punto, pero hasta ahora lo estamos logrando, hasta ahora lo estamos logrando.

EN OCHO AÑOS NO HA DICHO “ESTA BOCA ES MIA”

Bueno, el punto central aquí es si doña Marta puede hacer un cambio es porque difiere en algo del estilo de la actual Contralora, de la visión, de las prioridades, del nivel de valentía, ¿cierto o no? Si es lo mismo no hay posibilidad de cambio, es que todo siga igual, pero si tiene alguna discrepancia, alguna diferencia con lo que ha venido siendo la gestión en la Contraloría, podría ser que haga ese cambio que necesitamos.

Pero ¿qué es lo que pasa? En ocho años doña Marta Acosta la hemos visto agachar la cabeza y no decir: esta boca es mía para diferir en algo, ¿qué nos dice eso? Bueno, que talvez doña Marta es muy capaz, pero no, algunos me dicen que es muy técnica, bueno, eso es una explicación, pero para dirigir la Contraloría no basta el perfil técnico, es necesario también una actitud valiente, no ocupamos agachados en la Contraloría, en la dirección de la Contraloría necesitamos gente valiente, independiente, que no tenga miedo a enfrentarse a los grandes grupos de poder, porque mandar a desalojar a los pescadores que tienen ahí una chocita en la zona marítimo terrestre hay muchos matones que se atreven a hacerlo, o mandar a cerrar al IDA, o mandarle a decir a la Caja, como hizo también la Contraloría, que había que hacer una lista de los asegurados por el Estado y que la Caja solo podría cobrarle al Estado los asegurados que estén en esa lista y no concebir un seguro universal, como dice la ley para todas las personas en condición de pobreza.

Esa decisión de la Contraloría le costó a la Caja ciento treinta mil millones de colones, pero, claro, mandarle a decir a la Caja que no le puede cobrar al Estado el seguro de los pobres solo los que atienden los hospitales, hay muchos matones que podrían mandar a decir eso, si aquí la línea ha sido debilitar estas instituciones, recortar programas sociales, recortar lo social, que es visto como algo que desentona en los buenos negocios que quieren promover algunos.

Para eso probablemente sobran candidatos, pero que tengan independencia de frenar un contrato leonino, donde hay intereses de los más altos, de poderosos que han venido saqueando este país. No es cualquiera el que tiene esa independencia y ese valor, que tenga el valor de decirle a Óscar Arias ese contrato de la carretera a Caldera que hubiera tenido el valor, ya sabemos que no lo tuvo, la Contraloría en su administración actual, que hubiera tenido el valor de decirle y como hemos constatado en la comisión investigadora de este Congreso, ese contrato leonino, ese contrato que infló los costos para beneficiar a una empresa transnacional y, claro, era la prioridad del Gobierno privatizar la carretera para inaugurarla rápido, no tuvo valor la Contraloría de enfrentársele a los peces gordos.

O el caso del BCIE, efectivamente, lo más fácil qué fue, salir ahí con un aguachacha, un aguachacha de criterio, que no son fondos públicos, de que son medio públicos, cuando, evidentemente, se están beneficiando del entramado de la estructura del Estado costarricense, hay un interés directo de beneficiarse y usar esos fondos que le dan a Costa Rica, no porque sea muy simpático Rodrigo Arias, sino que se los dieron a Costa Rica, porque Costa Rica como estado es parte del Banco Centroamericano de Integración Económica, por supuesto que ahí hay un interés público.

Y montaron toda la figura del Estado paralelo para usarlos a sus anchas, sin controles, ¿y la Contraloría qué hace?, se queda viendo para el ciprés y cuando le cuestionamos sale con alguna leguleyada para no actuar, porque obviamente no es cualquiera que se le enfrenta a esos “peces gordos”, ese es el tema aquí, ese es el problema, ese es el gran problema que tenemos, señoras y señores diputados.

Si ustedes coinciden con este diagnóstico, habría que preguntarnos, efectivamente, a quién ponemos, esa es una pregunta que tenemos que hacernos aquí. Tenemos que poner a una persona que sea valiente, que sea independiente, que no tenga miedo de enfrentarse a ese grupo poderoso.

TIENEN COCINADA LA ELECCION DE LA CONTRALORIA

Yo no les voy a decir aquí a quién vamos a poner, no, yo no tengo que decirles, si la fracción del Frente Amplio tuviera más diputados pesaríamos más en esta decisión y tendría sentido que impulsemos personalmente a un candidato, pero lo cierto es que aquí ya tienen la mayoría cocinada para poner a la señora Subcontralora en el cargo de Contralora, ya tienen, ya tienen eso cocinado.

Nos preguntamos, ¿qué garantía puede darnos la señora Subcontralora de que va a haber un cambio en la gestión de la Contraloría?, esa es la pregunta que le hacemos a los compañeros y compañeras que la están apoyando, ¿qué garantía puede darnos doña Marta Acosta, de que va a haber un cambio en la Contraloría si ha estado ocho años ahí viendo pasar estas cosas que cuestionamos?, esa es la pregunta que nos hacemos.

NO HAY COHERENCIA ENTRE LO QUE SE DICE Y LO QUE SE HACE

Aquí, ni siquiera estamos descartando su nombre, al rato ustedes nos convencen y nos dan una explicación convincente del porqué doña Marta no pudo, estuvo con las manos atadas durante ocho años y no pudo enderezarle el rumbo a la Contraloría porque era subalterna de doña Rocío, porque muy feo salir a discrepar en la prensa, por favor, este es un tema que hay debatirlo, lo que no podemos tener aquí es esos discursos esquizofrénicos de diputados que los oímos un día sí y otro también, atacar a la Contraloría, cuestionar a la Contraloría, cuestionar a doña Rocío y acto seguido, como si no pasara nada, nos informan que van a votar por doña Marta Acosta, eso es lo único que aquí no podemos tolerar porque es inexplicable, la gente no lo entiende, a mí me preguntan, pero cómo, diputado, es verdad que todos en la alianza, porque andan diciendo eso, no sé de adónde lo inventaron, que todos en la alianza estamos apoyando a doña Marta Acosta. ¿Cómo?, pero ¿esa no es la que ha estado ahí?, y yo no puedo responder esa pregunta porque es una incoherencia insostenible, si algo nos pide la gente a los políticos es que tengamos coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.

Aquí, el diputado Fishman ha sido coherente, a él le parece genial la gestión de doña Rocío Aguilar y por eso va a votar por Marta Acosta, porque no se reeligió Rocío entonces la segunda a bordo es como casi que tener, tener a Rocío ahí, bueno, eso es coherente.

Igualmente, hay que decirlo, es coherente la posición de Liberación Nacional, porque Liberación en el fondo no quiere que cambie nada en la Contraloría, ¿sí o no?, seamos sinceros, compañeros y compañeras, están contentos ustedes con la Contraloría, les ha ido bien.

FRACCION DEL PLN PROTEGE POLITICOS-EMPRESARIOS

Es que a veces aquí criticamos duro a la fracción de Liberación, yo, la criticamos duro, pero hoy les estoy haciendo un cumplido. Vean, ustedes son coherentes, esta vez, no, muchas veces no lo son, pero esta vez están siendo coherentes, están siendo coherentes, porque manifiestan que van a apoyar a la actual Subcontralora y sabemos bien que ustedes no quieren un cambio en la Contraloría, no quieren a alguien que de pronto vaya a empezar a cuestionar esos contratos millonarios, que ya están cocinados, que tienen nombres y apellidos y que dejan grandes ganancias para los políticos empresarios que nos han venido gobernando, así es, no hay que ponerle mucha paja, eso lo entiende la gente, eso lo entiende la gente, entonces, son coherentes, está muy bien, pero en otras fracciones no entendemos, no entendemos la incoherencia de que critican y se quejan de la Contraloría y que doña Rocío por acá, doña Rocío por allá, pero van a poner, van a nombrar en el cargo a la que ha estado ahí con ella los ocho años, eso no tiene ni pies ni cabeza, no tiene lógica, y aquí lo que pedimos es un poco de coherencia.

El cuestionamiento a las instituciones de control no es solo del Frente Amplio, no es solo de la oposición parlamentaria, mucha gente decente que está preocupada por lo que ocurre en Costa Rica, por cómo crece la corrupción, se hace esta misma pregunta, ¿a quién va a poner el Congreso en la Contraloría para que pueda hacer un cambio y tener una institución vigorosa que, efectivamente, tenga independencia y fiscalice lo que hay que fiscalizar y no llegue siempre tarde, y no le tenga miedo a los tagarotes que se están robando este país?

La gente pregunta, de todos los partidos preguntan, y cuando les dicen: ah, van a poner a la misma que está, la gente no entiende, yo no sé cómo van a hacer para explicarle a sus votantes esa contradicción.

Entonces, entonces, como hay mucho que reflexionar y yo tengo la esperanza de que algún compañero y compañera diputada me explique qué saben, qué conocen que yo no conozco; talvez han hablando más con doña Marta Acosta, talvez hay algo secreto hay algo que uno no conoce que da esa garantía de que va a haber un cambio en la Contraloría; bueno, explíquennos, por favor, cómo se va a dar ese cambio, es que en ocho años qué nuevo vamos a ver.

Bueno, esa es la duda que tenemos, es una duda fundamental para la decisión que este Parlamento va a tomar.