HACIA LA DESIGUALDAD

Alberto Cortés Ramos*

Con la apertura de telecomunicaciones culminan 20 años de desmantelamiento del Estado de bienestar que permitió el impulso de un desarrollo que nos distinguió por logros económicos y sociales.

La apertura no se hizo antes por la fuerte oposición ciudadana y la percepción de que detrás había grandes intereses económicos y corrupción, como el caso Alcatel.

Es una ironía que esta apertura se apruebe cuando el modelo ha generado buenos negocios para grandes corporaciones (Carlos Slim) pero ha fracasado en infraestructura y la reducción de tarifas. El servicio es solo para quienes tengan recursos. El fracaso del modelo también está en:

1. Apertura del agro: sumidos en una crisis alimentaria global se pone en evidencia el grave error de desmantelar la producción de granos básicos.

2. Apertura del sector energético: aumentó la dependencia del petróleo en un contexto de alza y un sobreprecio por la venta de electricidad a empresas privadas vía tarifas que pagamos los consumidores.

3. Apertura bancaria: el argumento es que la banca estatal sobrevivió la apertura y mejoró su calidad y eficiencia en generación de excedentes.

4. Telecomunicaciones, se permitirá a las empresas foráneas usufructuar de la infraestructura del ICE prácticamente a precio de costo. Más grave: se obliga al ICE a eliminar el subsidio cruzado que permitió que las actividades rentables y los sectores con mayor capacidad subsidiarán a las actividades menos rentables.

Por ello, es posible adivinar que el sueño de la “modernización aperturista” será la ruta segura a la realidad de un país más desigual, realidad contraria a la Costa Rica solidaria que muchos soñamos.

* Publicado en la sección Contrapunto del periódico El Financiero, edición 670, del 2-8 de junio de 2008.