José Merino: en Costa Rica Laura Chinchilla está gobernado para los ricos

-Falta impulsar con más fuerza y eficacia la lucha, la movilización y la unidad de las fuerzas patrióticas y populares.

Colaboración de Rodolfo Ulloa B., para ElPaís.cr

José Merino del Río, Presidente del Frente Amplio, responde algunas preguntas que pretenden escudriñar en la coyuntura nacional. Sus respuestas obligan a pensar en el futuro con esperanza, a pesar del tormentoso cielo que cubre en estos días el país. Los cien días del gobierno de Laura Chinchilla, la configuración de alianzas políticas y el papel de la oposición, la resistencia desde los sectores sociales y el papel de la agrupación de izquierda que contribuyó a fundar, así como la situación internacional, son algunos de los temas abordados.

1- Se han cumplido los primeros cien días de la administración de Laura Chinchilla. ¿Cómo se evalúan en el Frente Amplio los primeros pasos del gobierno? ¿Existe algún espacio de ruptura o hay una línea de continuidad de las políticas neoliberales? ¿Se percibe algún cambio en el estilo de conducción del poder ejecutivo?

José Merino: No era necesario hacer un especial esfuerzo de adivinación para afirmar, como lo hizo nuestro partido desde los primeros días de este gobierno, que teníamos por delante la continuidad de las políticas neoliberales aplicadas por la administración Arias y los gobiernos anteriores del PLUSC. La continuidad o la ruptura de una línea de gobierno, no la decide en términos esenciales una persona o un grupo de personas, sino la correlación de fuerzas en presencia. De las urnas salió un resultado favorable a las fuerzas de la derecha neoliberal. Laura Chinchilla ha defendido por los menos en los últimos 20 años, primero como ministra de Figueres Olsen, después como diputada en la administración Pacheco y vicepresidenta con Arias, las políticas de esa derecha, no podría haber sido candidata sin un claro compromiso con ese bloque de fuerzas políticas y económicas. También fue cómplice de la campaña del miedo y de la mentira desarrollado desde el poder para robarle alas fuerzas progresistas el triunfo democrático en el referéndum sobre el TLC, en fin, podríamos abundar en antecedentes que explican el continuismo.

Así las cosas estos primeros meses confirman los pronósticos. Se está gobernando para los ricos y los sectores conservadores. Ahí está el apoyo de Chinchilla al inmoral aumento que se pretendían recetar los diputados, su complicidad con los procesos entreguistas de concesión de los puertos de Limón, del aeropuerto, de las telecomunicaciones, de la autopista a Caldera, etcétera. También el papel lamentable que está jugando para permitir que la minería en Crucitas siga adelante, o el respaldo auna ley de electricidad nefasta para el país. En política social sigue creciendo la desigualdad y no hay ningún programa ambicioso para combatir la pobreza; los anunciados y tan publicitados programas de asistencia a la infancia, a las madres trabajadoras, a los ancianos, se han quedado en agua de borrajas; no se está creando empleo y hay una política muy restrictiva en salarios. La política económica sigue en manos de los tecnócratas del Banco Central y de la cúspide financiera neoliberal, y en cuanto a política fiscal estamos viendo el pavor de esta administración de hablar de impuestos progresivos a los que más tienen, salvo las tímidas e insuficientes propuestas que están llevando al parlamento. Ahora están en una campaña de agresión contra las universidades públicas. El trapito de dominguear del gobierno es la política de seguridad, pero lejos de caminar en el sentido de impulsar una seguridad democrática que tome en cuenta las diversas aristas de un problema tan complejo, se repite la agenda fracasada en tantos países de centrar todo en la mano dura, la represión sin prevención, la criminalización de la protesta social. Y lo más grave es la tendencia a la militarización ya involucrar al país en la geopolítica regional de los Estados Unidos, el permiso otorgado al ejército estadounidense para ingresar y permanecer en el país es muy grave, y nada tiene que ver con la lucha contra el narcotráfico, igual que es sumamente grave que esté solicitando ayuda a las fuerzas de seguridad colombiana, acusadas de crímenes de lesa humanidad.

Se esperaba que como mujer, la presidenta Chinchilla tuviera mayor sensibilidad sobre determinadas situaciones de discriminación, injusticia y violencia, pero ni en estos temas ha dado la talla. En fin, que podríamos seguir enumerando hechos, y digo hechos, porque no estoy haciendo juicios de valor, son verdades que están ahí y que son comprobables, no son meras diferencias de opinión.

Usted pregunta si observamos algún cambio de estilo en la forma de ejercer el gobierno. Bueno, en política las formas también son importantes. Hacer política se parece más al álgebra que a la aritmética. Nosotros apreciamos el talante dialogante que mostró la presidenta Chinchilla al inicio de su gestión. Nos reunimos con ella y tuvimos un diálogo franco y creo que positivo. En cualquier situación, incluso en las más conflictivas y enconadas, es importante poder hablar y el Frente Amplio siempre ha estado y está en esa actitud. Con Arias fue imposible, a mí me tildó de antidemócrata y no sé cuántas cosas más porque me negué areunirme con él, y lo hice no por sectarismo o infantilismo de izquierda, sino por dignidad política frente a un poder soberbio que cree que somos sus súbditos y no ciudadanos. Lamentablemente cada día que pasa el gobierno se desliza hacia cierto autoritarismo y parece que la actitud dialogante fue flor de un día, veremos qué pasa en el futuro.

2- El otrora socialdemócrata PLN, ahora es parte del bloque de derecha en el país. Acuerdo privilegiado con los libertarios en el parlamento, nombramiento de Ulibarri en la ONU, el banquero Liberman en la Vicepresidencia, los hermanos Arias gravitando alrededor del gobierno y el partido. Son algunos elementos que permiten llegar a esa conclusión. ¿Cree que es un camino sin retorno? ¿El eje del mal derechista llegó para quedarse?

José Merino: Sí, la integración del gabinete, de las presidencias ejecutivas y directivas de las instituciones, la correlación de fuerzas y las alianzas en el parlamento, el reclutamiento de esa derecha ultramontana con ropaje liberal como Ulibarri o Liberman, las maniobras para seguir copando el poder judicial y la sala constitucional con más de los suyos, nos hablan de un gobierno al servicio de las corporaciones de negocios. Ya hace mucho tiempo que el PLN comenzó a deslizarse por esa pendiente, y hoy es casi imposible reconocer alguna seña de identidad socialdemócrata en ese partido. La alianza con los libertarios no fue una sorpresa, en realidad están de acuerdo en casi todo; durante el TLC fue Arias el que puso a Guevara como subjefe de campaña, no me extrañaría que terminaran fusionados, más teniendo en cuenta la grave crisis financiera de los libertarios, que no pueden explicar ante el TSE los gastos multimillonarios que hicieron en campaña. Apostaría que la salida a ese problema es la parte oculta del pacto. En la lucha política no hay caminos sin retorno, aunque tendencialmente se puede preveer que esa será la ruta durante los próximos años, no están solos, se actúatambién en dependencia de cómo se muevan los demás y de cuál sea su fuerza. Si logramos impulsar con más fuerza y eficacia la lucha, la movilización y la unidad de las fuerzas patrióticas y populares, veremos también grietas y fugas en ese pacto.

3- Cómo ve el panorama en la oposición. ¿Qué se puede esperar en el futuro cercano de un PUSC que intenta aparecer beligerante, pero tiene a dos de sus expresidentes en líos judiciales y muestra varias caras desgastadas en el parlamento? ¿Cree que el PAC finalmente encuentre alguna identidad ideológica y se convierta en el partido de centro que quiere ser?

José Merino: En el parlamento la oposición la han asumido el Frente Amplio y Acción Ciudadana. El papel de nuestro compañero José María Villalta es brillante, valiente, con talento, combinando la denuncia con la propuesta y el acompañamiento atodos los sectores en lucha, la gente que sigue la vida del parlamento está muy contenta y lamenta que nuestro partido no tenga más diputados. Veo también al PAC haciendo con dignidad su trabajo, tiene once diputados y diputadas y es muy importante que se mantenga en una oposición firme a las políticas neoliberales. Entiendo que en el PAC se mueven distintas corrientes, lógicamente nosotros, respetando las discusiones y decisiones que se lleven a cabo en un partido con el que mantenemos relaciones amistosas y de cooperación, quisiéramos que las síntesis que se produjeran se movieran a la izquierda porque sinceramente pensamos que esa es la vía para construir la unidad en la diversidad de las fuerzas que rechazamos a la derecha neoliberal. Habrá que ver qué sucede con el relevo de Ottón Solís, dado el fuerte liderazgo que él ha tenido desde la fundación del PAC hasta la fecha.

El PUSC es un partido herido de gravedad y quizás irreversiblemente, sin embargo puede haber un sector minoritario–y creo que se está moviendo– que piensa que la única manera de salvar algo de la quema es haciendo oposición y retornando aciertas políticas socialcristianas. Hay que estar atentos, y no renunciar a acuerdos, aunque sean coyunturales, con cualquier fuerza política que permita en determinado momento frenar políticas antipopulares o impulsar temas que favorezcan a las mayorías y al país.

4- La oposición social aparece muy fragmentada. Resistiendo y luchando pero cada sector social en su parcela. El movimiento ambiental peleando contra Crucitas y en las luchas por el agua, el movimiento sindical en la defensa de Sintrajap y Japdeva o procurando aumentos salariales, las universidades peleando por un presupuesto justo, jóvenes y activistas por la paz denunciando la ocupación silenciosa de los marines, el movimiento de la diversidad atrincherado exitósamente contra el referéndum del odio, etcétera. ¿Cómo superar esta dispersión? ¿Será posible algún tipo de encuentro de las fuerzas sociales?

José Merino: Todos salimos golpeados del TLC y luego vino la derrota electoral. Se ha notado no sólo en el estado de ánimo, también en la vuelta a la dispersión después del importantísimo esfuerzo de unidad que se hizo en la lucha contra el TLC. Sin embargo, cada día son más evidentes los signos de recuperación y el lento pero progresivo retorno a la lucha y la movilización. Los movimientos sociales han demostrado un gran potencial de resistencia y una importante capacidad de proponer alternativas, pero lo cierto es que la gran debilidad está en la fragmentación, como pasa también en el movimiento político. No tenemos hoy un proyecto de lucha compartido, un proyecto de país, una alternativa de nación que en esta coyuntura nacional e internacional nos permita articularnos y luchar juntos.

En el Frente Amplio hemos analizado esta situación, nos preocupa y quisiéramos contribuir a superar este estado de fragmentación.

Con sus fortalezas y debilidades habíamos entre todos creado espacios de deliberación y de unidad en la acción que, con algunas excepciones, han desaparecido. Nos parece necesaria y urgente una convocatoria a los diversos sectores en lucha, para analizar la situación y las posibilidades de coordinación y articulación de esas luchas. Hay desconfianzas, oportunismos, sectarismos y esa larga lista de patologías que pesan tan lamentable y dramáticamente en la balanza de la división, pero también hay solidaridad, desprendimiento, sentido patriótico, inteligencia e intereses comunes que, como en el TLC, pueden y deben pesar más. Nosotros haremos próximamente alguna propuesta para el encuentro y el diálogo, sin ningún afán protagónico, abiertos a todas las iniciativas que se presenten en esa dirección.

5- Usted se convirtió en la voz de los sin voz en el parlamento, defendió siempre las reivindicaciones de todos los sectores sociales sin descanso y con enorme compromiso militante, sin embargo algunas dirigencias le restaron apoyo electoral al Frente Amplio; unas se agruparon en torno a Rolando Araya y otras buscaron espacio en otros aleros electorales, incluso algunas llamaron a boicotear determinadas candidaturas del Frente Amplio. Hay quienes dicen que esas dirigencias fueron malagradecidas con usted y con el partido. Sin embargo, a pesar de todo lo dicho el Frente Amplio sigue comprometido todos los días, en el parlamento y en las calles, con los movimientos sociales ¿Por qué? ¿Siguen creyendo que los sectores sociales deben participar en la política partidaria, que no debe haber separación entre movimientos sociales y políticos progresistas?

José Merino: Agua pasada no mueve molino. Hay situaciones que duelen, pero no podemos actuar desde el ajuste de cuentas o del resentimiento. Cada uno saca sus experiencias y sus lecciones, ojalá que todos lo hagan, con las dosis necesarias de crítica y autocrítica. En el caso del Frente Amplio hicimos un balance de las pasadas elecciones, reconocimos aciertos y errores cometidos, y miramos para adelante con el bagaje de experiencias acumulado. Lo cierto es que siempre actuamos con rectitud y coherencia, honestamente, y eso nos da fuerza política y moral para enfrentar los nuevos retos como lo estamos haciendo, siempre en la lucha. En el parlamento y en la sociedad trabajamos intensamente, con posibilidades limitadas pero con mucho entusiasmo, coherencia y esperanza.

Hemos dicho que no creemos que la lucha política y la lucha social estén separadas, no tienen en realidad fronteras y cuando aparecen son tan porosas que es prácticamente imposible delimitarlas. Eso no significa que los partidos y los movimientos sociales sean herramientas idénticas, tienen sus campos de acción propios, se organizan con estructuras diferentes, con objetivos y formas de hacer las cosas también distintos. Pero lo fundamental es que un partido que se considere de izquierda, o un movimiento social que pretenda ser emancipador, si no logran articular alguna estrategia común, identificación sobre las luchas para alcanzar objetivos liberadores, están ambos fracasando en última instancia. Debe haber y debe respetarse la autonomía de cada partido o movimiento, pero autonomía no significa separación; quien aboga por la separación, consciente o inconscientemente, digámoslo en términos clásicos, le hace el juego al enemigo.

Tenemos las más recientes experiencias en América Latina. Donde más logros se han obtenido, ganando elecciones y llevando a cabo programas de justicia y democracia avanzada, es donde se ha derrotado esa división, muchas veces promovida por la misma ideología y política neoliberal, entre los movimientos sociales y los partidos políticos de izquierda y progresistas.

Dicho lo anterior tengo que decir que en el Frente Amplio tenemos excelentes relaciones de solidaridad y lucha común con diversos movimientos sociales. Pero es insuficiente, hay que avanzar hacia nuevos estadios de acuerdo y de articulación.

6- Se vienen las elecciones municipales en diciembre y el Frente Amplio sigue impulsando la creación de coaliciones. El Frente Amplio participará en seis cantones bajo esta forma de articulación electoral de fuerzas locales y nacionales, en otros once cantones se trata de alianzas. ¿Cuáles son los objetivos y los alcances de estos acuerdos?

José Merino: En las pasadas elecciones propusimos construir una coalición de fuerzas progresistas y patrióticas para luchar juntos por el gobierno, pero no fue posible. Impulsamos y participamos en varias coaliciones locales y en general se obtuvieron buenos resultados. Hay que reconocer que estas elecciones para las alcaldías y consejos de distrito no despiertan mucho entusiasmo entre un sector mayoritario de la sociedad, como lo demuestra el alto abstencionismo que supera el 70%, parecen estar diseñadas desde el poder para ganar con clientelismo y otras prácticas corruptas en las que son maestros los partidos neoliberales. En el Frente Amplio decidimos participar únicamente en aquellos lugares donde nuestra organización local o regional así lo decidió, con el apoyo de los organismos de dirección y de coordinación del partido. Donde hemos podido hemos impulsado, junto a otras fuerzas, coaliciones, alianzas y otro tipo de acuerdos, en otros cantones vamos solos, pero en todos los casos trabajando por la unión de fuerzas populares y progresistas. El partido en ningún caso pierde su independencia, hemos priorizado el programa y después se ha hablado de candidaturas. Esperamos tener buenos resultados en todos los cantones en que participamos, y lograr el triunfo en varios de ellos. Las coaliciones y alianzas nos están permitiendo construir desde abajo el tipo de unidad que debe prosperar a escala nacional, en ese sentido son experiencias que van más allá de las elecciones, constituyen verdaderas escuelas políticas que muestran y enseñan a la gente el arte de trabajar juntos, respetando la diversidad pero articulando en torno a lo que une.

7-A nivel local se abre la puerta a algunos acuerdos con el PAC, pero don Ottón se va para el Norte, para Estados Unidos; mientras usted mira hacia el Sur y asistirá al XVI Encuentro del Foro de Sao Paulo, en Buenos Aires. ¿Son diferencias irreconciliables las del Frente Amplio y el PAC en sus visiones de la política nacional e internacional? ¿Es muy temprano para hablar de algún espacio de encuentro progresista de cara a las próximas elecciones? ¿Más allá de los electoral, será posible avanzar en la construcción de un bloque progresista?

José Merino: Bueno, yo respeto la opción de vida de Ottón Solis en este momento. Cada uno hace lo que entiende que debe hacer de acuerdo a sus convicciones, prioridades y necesidades, no me gusta y nunca lo hago, establecer este tipo de comparaciones. Sí, yo voy a asistir como presidente del Frente Amplio al XVI encuentro del Foro de Sao Paulo. Le damos prioridad a la integración latinoamericana, a la unión de las fuerzas progresistas y de izquierda de Nuestra América, y lo vemos como parte de nuestro propio proceso nacional, pues será difícil alcanzar la verdadera independencia y liberación de nuestras naciones y pueblos frente al imperio del norte y a las grandes potencias que controlan la globalización, sin promover la integración de la Patria Grande Latinoamericana. El Frente Amplio es miembro pleno del Foro de Sao Paulo que cumple este año su vigésimo aniversario; nació cuando la derecha proclamaba el fin de la historia en pleno apogeo de las políticas neoliberales, en la izquierda y en los movimientos populares en general reinaba la división, el desánimo y la retirada de mucha gente de la lucha, algunos se pasaron con todo el equipaje a las filas del adversario dejando tirados los ideales y los compromisos, pero también hubo mucha gente y muchas fuerzas que a pesar de la gravedad de la situación mantuvieron vivas las llamas de la lucha y de la esperanza. Hoy varios partidos del Foro están en el gobierno, en América Latina se produjo un viraje a la izquierda y el Foro de Sao Paulo fue el lugar de encuentro y de reflexión que contribuyóa encontrar la salida del túnel. Nosotros nos identificamos con la izquierda latinoamericana, que es una izquierda muy diversa, hay que conjugarla en plural, pero que tiene en común su crítica al capitalismo neoliberal y la búsqueda de una alternativa emancipadora para nuestros pueblos.

Claro que tenemos importantes diferencias con un sector dirigente del PAC sobre la política nacional e internacional, pero las diferencias no son una foto fija, por eso no hablaría de diferencias irreconciliables, incluso hay sectores del PAC con los que compartimos visiones de país y de mundo. Lo significativo no son las diferencias, si nos las tuviéramos no estaríamos hablando de dos partidos; la posición dominante en el PAC señala que son un partido de centro, nosotros decimos que somos un partido de izquierda, no es simplemente un asunto de vocablos; resulta curioso que se diga que los términos derecha-izquierda no tienen ningún sentido, que son obsoletos, que esa dicotomía ha desaparecido, pero se reivindica la palabra centro como un lugar imaginario donde todo el mundo pareciera querer estar. Pero ese es, como diría Grass un cuento largo, que seguirá discutiéndose. Me parece que la prioridad hay que centrarla, a partir del reconocimiento de esas diferencias, en las posibilidades de construir acuerdos, de converger alrededor de un programa común para hoy y para mañana. Es una realidad que el PAC recibe al apoyo de importantes sectores progresistas del país, y también que el Frente Amplio es una fuerza más pequeña en tamaño, eso está claro, pero con enorme potencial de futuro, el campo democrático y popular es muy diverso y plural, ningún partido puede tener la pretensión de representarlo, así que la política de unidad reconociendo esa diversidad es la única víaque tenemos para desalojar a los neoliberales del poder.

El PAC y nosotros, igual que todo el ancho campo del movimiento político y social progresista, tenemos la obligación de encontrar lo que nos une, ventilar con respeto y pasión si se quiere nuestras discrepancias, pero nunca olvidar lo que nos une, que debe ser lo fundamental en cada momento. Hemos fracasado en la construcción de ese frente común, y todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad, pero no tiene por qué seguir así. En el Frente Amplio estamos dispuestos a trabajar desde ahora por la construcción de lo que hemos denominado la casa común solidaria e inclusiva, de todas las fuerzas que quieren una Costa Rica decente y justa. Tenemos que encontrarnos, abrir espacios para el diálogo y para el acuerdo, promoverlos sobre todo desde abajo, pero con el indispensable compromiso de los que tenemos responsabilidades de dirección en esta coyuntura. Nuestro enemigo no está en el campo progresista, aquí tenemos contradicciones, pero las contradicciones en el seno del pueblo no son antagónicas, se pueden y deben enfrentar y superar en una síntesis unificadora, de lo contrario siempre se saldan con sonoras y dolorosas derrotas. Hay que dar pasos en la construcción de ese bloque para la lucha electoral y para la lucha por la transformación del país.

8-¿Y el Frente Amplio en qué momento se encuentra? ¿Para qué un partido de izquierda hoy en Costa Rica? Sabemos que el Frente Amplio ha convocado su Primer Congreso. ¿Cuáles son los objetivos de este evento que convoca a la militancia a la reflexión y el análisis? ¿Todo estará en discusión? ¿El socialismo? ¿La democracia? ¿el partido?

José Merino: Nos encontramos en un buen momento para consolidarnos y para crecer. No obtuvimos los resultados esperados en las elecciones y como decía más arriba hicimos el balance crítico, siempre incompleto, de nuestra participación. Sin embargo, salimos más fuertes en militancia, implantación en más lugares del territorio nacional, conscientes de nuestras limitaciones pero con mucha energía y muchas ideas para impulsar nuestro proceso de construcción. En esa línea es que se plantea la celebración del Primer Congreso del Frente Amplio. Lo primero que decidimos es que el Congreso no sería un evento formal para aprobar unos documentos y elegir una dirección, sino un proceso de debate abierto para un partido abierto. ¿Qué queremos decir y qué señal tratamos de enviar? Diría que el punto de partida es que una fuerza política no se construye en frío ni entre cuatro paredes, se construye al calor de las luchas y promoviendo el estudio y el debate sobre las condiciones de hoy en la perspectiva de un horizonte estratégico. Vamos a discutir sobre el país que tenemos y sobre el país en el que quisiéramos vivir, pretendemos que todo ese debate quede reflejado en una propuesta programática, también discutiremos sobre la naturaleza y el carácter de nuestra fuerza política, el partido que tenemos con todas sus carencias y fortalezas y la fuerza que aspiramos air construyendo, y todo necesariamente inscrito en un contexto nacional e internacional que tenemos que conocer mejor. Los objetivos son ambiciosos y los temas de discusión en principio sólo tienen el límite del tiempo y de la capacidad de promover y de organizar las reflexiones, los debates, la construcción de acuerdos. No vamos a discutir en solitario, vamos a invitar a toda la gente y fuerzas amigas a participar en los debates, y también aspiramos a que mucha gente que se acerque al debate decida también ingresar al Frente Amplio, si encuentra que aquí hay un lugar para sus luchas y para sus sueños. El Congreso arranca en septiembre y finaliza en abril del 2011, al final del proceso esperamos tener un Frente Amplio más claro en sus ideas y en su proyecto, con una política táctica y estratégica mejor definida y comprendida, más fuerte en organización y en número de militantes, con mejores y más ricas relaciones con el conjunto de los movimientos sociales y las fuerzas política progresistas, en condiciones de dar aportes más decisivos para las luchas cotidianas y para la construcción de la fuerza plural que permita luchar exitosamente por el gobierno y por un cambio sustancial en la correlación de fuerzas.

El socialismo, la democracia, el tipo partido estarán indudablemente en la reflexión y en los debates, saldrá fortalecida la conciencia de la necesidad de existencia de una izquierda política y social con renovadas capacidades de resistir y de construir la alternativa a este capitalismo neoliberal.

9- Ya dijimos que usted va para el Foro de Sao Paulo, que cumple veinte años de fundación y reúne a partidos de gobierno y de oposición de izquierda de toda la América Latina. Nos interesaría conocer su punto de vista sobre el momento actual de los procesos de transformación progresista y de su enfrentamiento con una derecha que contraataca con furia, como en Honduras o en Panamá.

José Merino: Estamos asistiendo a una contraofensiva de las fuerzas de la derecha, que tratan de frenar los cambios que se han producido en los últimos años y de revertir los procesos revolucionarios y democráticos. El mapa político del Continente se modificó extraordinariamente con la llegada de gobiernos progresistas en muchos países de la región, con procesos de integración como UNASUR, el ALBA, Petrocaribe, Mercosur, Telesur, el Banco del Sur, etcétera, que avanzan con dificultades pero que se mueven en la dirección de crear un bloque progresista latinoamericano que rompa con las doctrinas del monroismo, del destino manifiesto o de los consensos globalizadores impuestos desde Washington o desde otros capitales metropolitanas. Se está produciendo un extraordinario cambio en la conciencia de decenas de millones de latinoamericanos, que se rebelan contra las políticas de hambre y desigualdad de las oligarquías y del imperialismo. Por eso el golpe de la derecha en Honduras, tratando de romper la cadena antiimperialista y antioligárquica por los eslabones más débiles, y desde ahí propiciar nuevos ataques a las fuerzas progresistas, es una tragedia para el pueblo de Honduras donde todos los días se asesina y se persigue a dirigentes populares, y un aviso para navegantes: están dispuestos a usar la violencia y el crimen para no perder sus privilegios y su poder, les importa un rábano la democracia. Entramos en una coyuntura muy peligrosa, con los Estados Unidos movilizando una enorme fuerza militar y subversiva en todo el continente y con unas fuerzas oligárquicas coordinando recursos y estrategias para descargarlos contra los gobiernos y fuerzas progresistas. La ofensiva va prioritariamente enfocada contra las naciones del ALBA: Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador…pero todos los gobiernos progresistas están en la mira, por eso trabajan para desestabilizara Brasil, Argentina, Uruguay, El Salvador, Paraguay… A nuestro propio país lo quieren convertir en una plataforma de agresión contra otros países hermanos, a la vez que tratan de intimidar alos que nos oponemos al neoliberalismo y luchamos por ver aCosta Rica integrada en esa nueva América Latina. Se están encontrando, sin embargo, con una crecida resistencia, ya no pueden manejar la región como su patio trasero y en los mismos países en que ha ganado la derecha, como Colombia, Panamá, Perú, México o Chile, saben esos gobiernos que no pueden jugar con fuego pues enfrentan la movilización y la resistencia de los pueblos. Así que en esta situación preocupante, hay razones sólidas para el optimismo. El encuentro del Foro de Sao Paulo que se celebra en Buenos Aires analizará la situación y nos dará claves para entender mejor lo que sucede en América Latina, ahí estará nuestro Frente Amplio para dar una visión desde Costa Rica y enriquecerla con los aportes de más de 50 partidos progresistas y de izquierda que integran ese importante espacio de reflexión y de unidad.

10- Finalmente. Hasta hace poco usted era Diputado y Presidente del partido. Bastante gente lo pedía como candidato a la Alcaldía de San José, pero usted se negó? ¿Qué lo condujo a tomar esta decisión y a concentrarse en la dirigencia del Frente Amplio?

José Merino: Es cierto que tanto militantes del Frente Amplio, como otras personas y sectores que desarrollan sus actividades y luchas en la capital del país me pidieron que presentara mi nombre como candidato a la Alcaldía de San José. Lo conversé con muchos compañeros y con mi familia. Hay razones de tipo personal y también políticas, que me llevaron a desistir de esa posibilidad. Para nadie es un secreto que atravesé problemas de salud, de los que estoy ahora plenamente recuperado, pero que no hacían aconsejable que saliendo de la Asamblea y de una dura campaña electoral, inmediatamente me involucrara de lleno en una nueva campaña; también pesó en mi decisión, y lo digo con la verdad en la mano, la esperanza de que surgiera una candidatura unitaria para alcanzar la victoria, sacar al continuismo neoliberal de la Alcaldía y abrir una gestión honesta y eficaz que sirviera para demostrar que se puede hacer política de otra manera y con mayor resultados para la ciudad y sus gentes, el panorama lamentablemente no está claro, pero no quise contribuir a mayores fragmentaciones y divisiones que le pondrían de nuevo la victoria en bandeja al candidato del gobierno. Pero finalmente lo que determinó que renunciara a la idea de postularme, es la convicción que tengo de que en este momento la mayor y mejor contribución que puedo dar es colocar todo el tiempo y la fuerza posibles al servicio de la construcción del Frente Amplio, eso requiere horas de estudio, de reuniones, de giras por todo el país, de acompañamiento en las diversas tareas emprendidas por el partido, en fin, una tarea que me ilusiona y en la que espero involucrarme de lleno y cada díamejor, mientras tenga la confianza de las compañeras y compañeros del Frente Amplio para continuar ejerciendo las responsabilidades que me han encomendado. Así que en eso estoy, con las pilas cargadas y con el entusiasmo a cien por hora.

Fuente: ElPaís.cr, martes 17 de agosto de 2010