Aprendizajes y Desafíos
El Partido Frente Amplio y la Fundación Friedrich Ebert efectuarán el taller Poder Local, coaliciones y alianzas populares: Aprendizajes y Desafíos, los días 29 y 30 de mayo en las instalaciones de La Catalina en Birrí de Heredia.
Según explicó José Merino del Río, el objetivo del evento es compartir las experiencias de coaliciones y alianzas electorales locales, donde participó el Frente Amplio en los comicios de febrero del 2010.
En el taller participarán alrededor de 50 militantes del Frente Amplio que se integraron en 14 experiencias cantonales, 9 de coalición y 5 de alianzas en partidos cantonales. Ocho de esas agrupaciones eligieron regidores.
Igualmente se pretende, dijo el Presidente del Frente Amplio, identificar aprendizajes de cara al proceso electoral para la elección de Alcaldías y otros cargos locales, en diciembre de este año.
Se quiere contribuir a la creación de condiciones de diálogo político constructivo, entre partidos políticos y fuerzas sociales progresistas, de cara a una eventual participación unitaria en las elecciones de diciembre de 2010.
El cambio global desmanteló en poco tiempo los valores y pautas precedentes de comportamiento social e interpretación de la realidad. Puede advertirse el deterioro cultural que afecta a la mayoría de la sociedad, y la gestación de un imaginario atravesado por factores irracionales,combinándolos en un discurso errático, contradictorio y antidemocrático. Sucede que estamos frente al hombre global, que dejó de ser ciudadano, y hoy sólo tiene relevancia mediante su poder adquisitivo, su capacidad de consumo y eventualmente, su protagonismo público. El contexto del hombre global tiene, necesariamente, un devenir caótico, sin valores generales, referencias culturales fijas,ni recursos afectivos que lo orienten. El Estado se agotó como institución dadora de sentido a los hechos sociales, y los individuos ya no se sienten parte de las operaciones institucionales que antes los contenían y relacionaban. Lo grave es que esta crisis no consiste en el pasaje de un modelo agotado a otro superador. Por el contrario, la crisis global ofrece un devenir errático, sin reglas fijas ni modelos sustitutivos; hay un proceso desintegración social, sin que se avizoren formas de recomposición. En consecuencia, los ciudadanos conscientes y responsables de tal realidad debemos interpretar a un hombre escéptico, frustrado y perplejo, con escasa o nula tolerancia hacia los demás,que no entiende los parámetros que regulan el devenir de su existencia, a la que,sin embargo, se resigna como una fatalidad. Hay un abismo entre protagonistas sociales recíprocamente alienados, que viven en universos culturales tan contiguos como incompatibles. La distancia social es rígida y no escucha argumentos. El primer problema que tenemos por delante consiste, entonces nada menos que en inventar una lógica capaz de asignar sentido a estas manifestaciones sociales. Todo parece indicar, por de pronto, que la idea de contrato social deberá ser reemplazada por algo más flexible y amorfo, capaz de contenernos en la diversidad fracturada y hostil de nuestros días. Lamentablemente,la respuesta no existe a esta y muchas otras inquietudes y problemas que nos afectan, y para colmo, depende de un universo de factores que deben ser investigados y analizados en profundidad. Los indicadores revelan datos alarmantes, no sólo por el aumento de los delitos convencionales, sino por el de las modalidades de gran magnitud, como el tráfico de drogas, armas, personas y lavado de dinero, la corrupción, la decadencia de los valores para citar a los más notables, que la prensa suele dejar en segundo plano. Todo ello indica que estamos ante un empeoramiento global del panorama, que evidencia la ligazón entre el deterioro social y sus efectos degradantes. El clamor popular es, en sentido amplio, una prueba del descreimiento en las autoridades e instituciones de la República, y un indicador de la necesidad de discutir un nuevo Pacto Social, que incluya a todos sus adherentes, respetando diferencias, pero asegurando posibilidades reales para que todos accedan a una vida básicamente satisfecha. Es el momento de dejar de lado (o cumplir) las utopías nunca realizadas de antaño, y partir de una aceptación realista de sociedades en las que los beneficios y el progreso son un privilegio. No obstante, es preciso estudiar con detenimiento la esencia de los reclamos de nuestro pueblo para procurarles respuestas eficaces, que no signifiquen retroceder teóricamente hasta el medioevo. La tarea cultural abarca, en suma, no sólo la búsqueda de medios idóneos para transmitir a la sociedad la importancia de muchos valores notables de la Modernidad, sino también la reformulación del Estado desde el plano de la realidad a la que será destinado. Es preciso, en síntesis, producir ideas eficientes y novedosas que rescaten las conquistas del pasado, pero acompañadas de lo que hoy carecen, y que tuvieron al ser consagradas: la confianza de la sociedad, no en abstracto, como un mecanismo funcional, sino como parte de una distribución más justa de los bienes y males que debemos compartir en comunidad.
La tarea no es fácil, pero creo que el Frente Amplio con sus coaliciones y alianzas populares, pueden emprender este periplo por OTRA COSTA RICA QUE SÍ ES POSIBLE…
SALUDOS A TODOS LOS QUE FORMAN EL FRENTE AMPLIO Y A DON JOSÉ MERINO Y A JOSÉ MARÍA VILLALTA, SIN LUGAR A DUDAS SON MODELOS A SEGUIR…
MARCO ANTONIO MORA MORA
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